Para hacer bromas los cubanos son los primeros, de esto se trata esta historia, que paralizó a la Habana el 28 de diciembre de 1955. Fue noticia en toda la isla y el mundo, así decían los titulares… “Llegaron los Marcianos a la Habana”. Este suceso que involucró a muchas personas, es considerado la broma más grande de la historia de Cuba, ya hace más de 60 años del hecho y todavía se recuerda como la inocentada que engañó a todos los habaneros. El gigantesco platillo volador aterrizó en horas de la madrugada en la Fuente Luminosa, lo que es hoy la Ciudad Deportiva. Quieres saber que paso, ahora te lo cuento.
Cómo lucía el platillo volador.
La nave espacial, medía 12 metros de diámetro y 4 de altura, tenía una cabina con cristales oscuros con pequeñas escotillas que le daban un toque misterioso al asunto. Enseguida que se corrió la noticia se presentó en el lugar claro manteniendo cierta distancia y con un poco de miedo el ejército, los bomberos,la policía y rodearon al Objeto Volador no Identificado(OVNI).
La curiosidad pudo más que el miedo y enseguida el lugar se abarrotó de habaneros curiosos por saber que iba pasar con el platillo volador y sus tripulantes, todos querían ser testigos presenciales del primer encuentro entre los marcianos y los terrícolas. Los habaneros ya se sentían orgullosos de que los misteriosos visitantes hayan escogido a la capital cubana para su aterrizaje.

¿Qué pasó cuando se abrió la escotilla del platillo volador?
En la década de los 50 estaban de moda los OVNI, y este lucía bastante original a la imagen que se tenía de estos artefactos, se usaron materiales brillantes que imitando al metal y de su interior salían luces de colores y sonidos extraños y más de uno se creyó el cuento. Después de un tiempo de incertidumbre y asombro, las autoridades decidieron, exactamente a las 11 de la mañana avanzar con mucha cautela hacia el platillo volador y no encontraron ninguna puerta de acceso y decidieron subir al techo de la nave.
Fue entonces que ocurrió lo inesperado, se abrió una escotilla que estaba en el techo del artefacto y salieron bailando al ritmo de la canción de moda de aquella época…los marcianos llegaron ya y llegaron bailando el cha cha, ricacha, ricacha, que interpretaba la Orquesta América dirigida por el violinista y compositor Enrique Jorrin y compuesta por Rosendo Ruiz Quevedo en el año 1955.
Los artistas que salieron del platillo bailando el famoso cha cha, fueron Armando Bianchi, Herminia de la Fuente, Rogelio Hernandez y la famosa vedette cubana, Rosita Fornes. Esta original broma, estaba basada en el día de los inocentes que se celebra el 28 de diciembre en la isla. El objetivo era dar un golpe publicitario, organizado por la cerveza Cristal y la televisión Cubana y aprovechar la aglomeración de personas curiosas y dar un espectáculo artístico a los habaneros.
Pero todo terminó como se dice en buen cubano como la “Fiesta del Guatao”, los artistas y todos los organizadores de la famosa burla fueron arrestados y llevados a las oficinas de la Policía Secreta. Ya en la estación de policía todo se aclaró y fueron puestos en libertad, por que al parecer el encargado de notificar a las autoridades sobre la broma, se le olvidó hacerlo.

Este hecho nunca antes visto por los habaneros, que tuvo en vela por unas horas al público y las autoridades de la isla, se extendió más allá de las fronteras de la radio y la televisión, resultó ser del agrado de todos los testigos presenciales que asumieron la broma como algo muy original para celebrar esa tradición cubana del dia de los inocentes.
Este suceso sin precedentes en la isla, pasó a las historia como la burla más extraordinaria, por la cantidad de personas que se involucraron en el hecho y la tensión generada tanto dentro de Cuba como en el extranjero. Porque se puede decir que ese día se paralizó la Habana.