En el complejo ajedrez de la geopolítica global, cada pieza cuenta. Y, en este contexto, la dictadura cubana parece haber encontrado un nuevo rol en las conversaciones entre Donald Trump y Vladimir Putin sobre el futuro de la guerra en Ucrania. Aunque la isla caribeña ha sido históricamente un aliado estratégico de Rusia y un símbolo de resistencia al poder estadounidense, su posible papel en estas negociaciones podría redefinir su posición en el escenario internacional.
Cuba: Un Aliado Clásico de Moscú
Desde la Guerra Fría, Cuba ha sido un socio clave de Rusia. Durante décadas, la isla ha dependido del apoyo soviético y, más recientemente, del respaldo ruso para sostener su frágil economía. A cambio, La Habana ha servido como una base de influencia para Moscú en el hemisferio occidental, desafiando la hegemonía estadounidense en la región.
En el contexto actual, con la guerra en Ucrania y la creciente presión occidental sobre Rusia, Putin busca fortalecer sus alianzas estratégicas. En este marco, Cuba emerge como una carta de negociación potencial para Moscú, ya sea como punto de apoyo militar o como una ficha de cambio en las conversaciones con Washington.
Trump y su Posible Acercamiento a la Cuestión Cubana.
Si bien Donald Trump impuso sanciones severas contra el régimen cubano durante su primer mandato, su enfoque transaccional de la política internacional podría llevarlo a considerar la situación de la isla en sus diálogos con Putin. En su segundo mandato, Trump podría utilizar la cuestión cubana para obtener concesiones de Rusia respecto a Ucrania, ofreciendo, por ejemplo, una flexibilización de sanciones a cambio de un repliegue ruso en el conflicto.
El presidente Donald trump ha mostrado su disposición a negociar con actores tradicionalmente considerados adversarios de Estados Unidos, como Corea del Norte. Por lo tanto, no sería descabellado pensar que la presencia de Cuba en la mesa de negociaciones entre Washington y Moscú forme parte de una estrategia más amplia para reconfigurar el tablero geopolítico.
¿Qué puede ganar la dictadura Cuba?
Para la dictadura cubana, ser tomada en cuenta en estas negociaciones podría traer ciertos beneficios estratégicos. Si Putin logra colocar a la isla como un elemento clave en sus diálogos con Trump, La Habana podría aspirar a una reducción de sanciones, una mayor cooperación económica o incluso nuevas oportunidades de inversión extranjera. Sin embargo, esto también implica riesgos, ya que la isla podría ser utilizada como moneda de cambio sin garantías de un beneficio real a largo plazo.
Conclusión: Un Juego de Alto Riesgo
La posible inclusión del régimen de La Habana en las discusiones entre Trump y Putin sobre Ucrania es un recordatorio de cómo los conflictos globales tienen repercusiones inesperadas. La dictadura cubana, históricamente alineada con Moscú, podría encontrarse en el centro de una negociación que trasciende su influencia inmediata. Sin embargo, queda por ver si este protagonismo le traerá ventajas o simplemente la convertirá en un peón más en el gran tablero de la geopolítica mundial.
