«La derecha incómoda» es un término que suele referirse a sectores de la derecha política que generan controversia, ya sea por sus posturas radicales, su rechazo al consenso establecido o su estilo combativo en el debate público. Se asocia con discursos que desafían lo políticamente correcto, que critican a las élites tradicionales (incluso dentro de la propia derecha) y que se muestran escépticos frente a instituciones globales, medios de comunicación y movimientos progresistas.

Esta derecha puede ser incómoda tanto para la izquierda como para sectores más moderados del espectro conservador, ya que suele adoptar posturas disruptivas en temas como inmigración, cultura, economía y soberanía nacional. También puede caracterizarse por un uso agresivo de redes sociales, un liderazgo carismático y una narrativa de confrontación con lo que perciben como una agenda globalista o intervencionista.

El término se usa de manera tanto despectiva como reivindicativa, dependiendo de quién lo emplee. Algunos lo ven como una amenaza al orden democrático, mientras que otros lo consideran una reacción necesaria ante lo que perciben como una hegemonía progresista en el discurso público.